Colocamos aquí un extracto de la entrevista realizada a un trasplantado y su señora cuyos nombres se reservan por respeto a su anonimato: "Hace 6 años comenzó todo... Cuando te dicen que debes comenzar la diálisis te sientes frágil, sientes que tu vida depende de una máquina, que si no te conectas, se acaba todo... Ahí es cuando te das cuenta de lo efímero que es todo, de lo poco que podemos solos. Desde un principio elegimos la diálisis peritoneal porque la podíamos hacer en casa. En la hemodiálisis estás muy sólo. Porque vas y te rodean otras personas pero son puros enfermos. En cambio, aquí estás en casa. A medida que va pasando el tiempo te vas dando cuenta de que quieres retrasar la hora de la conexión (a la máquina de diálisis) y es lo peor... cuando te despiertas, esas horas que sigues conectado son terribles, eternas. La diálisis acaba... A mí me donó el riñón una sobrina y es cuando te das cuenta que todo esto es una historia de amor. Sólo el amor y la entrega generosa pudo hacer que ella me donara su riñón y que su familia lo aceptara. La donación de órganos es entrega, aquí no cabe el egoísmo, sólo el amor. El día que me trasplantaron fue como una resurrección. Entré a pabellón mal, agotado por tres años de diálisis. Había estado dos veces en la terna para el trasplante pero no me había tocado y la diálisis te limita. No puedes viajar, salir lejos, siempre está el fantasma de la muerte acechándote, sabes que vives de prestado. Pero el día llegó y, entrando a pabellón, le preguntaron a mi sobrina si todavía quería donar y ella dijo que sí. Ella, que pesaba 60 kilos me iba a donar un riñón a mí que pesaba 120 (mido 1,85 metros). Y, estando en pabellón todavía, el riñón funcionó. En recuperación fue increíble abrazar a mi señora y saber que tenía mi vida de vuelta... Bueno, el primer tiempo es difícil por todos los cuidados pero nunca tuve una infección. En enero de este año tuve dos septicemias y llegué a tener una crea de 6 mg/dL pero mi riñón y yo somos luchadores y te das cuenta que cada día es un regalo y cada día es una nueva oportunidad para hacer algo de tu vida, algo que deje huella. Cuando eres trasplantado, ves al mundo con ojos nuevos. Es como si volvieras a nacer...
-¿Tiene algún mensaje para nosotros como estudiantes de enfermería?
-Sí, si no tienen vocación para esto, por favor no estudien enfermería. Sean enfermeros llenos de humanidad, de alegría y de respeto. Esas son las 3 cosas que yo diría que son más importantes. Acuérdense que cuando uno está enfermo sufre y quiere que lo traten con respeto, con dignidad. Sean alegres y denle luz a nuestros días. Y por favor, no olviden nunca que somos seres humanos, con una historia, con miedos, con angustias, solos ante lo desconocido"
Es un mensaje realmente conmovedor que debe tocar todas las fibras de nuestro corazón y llamarnos a la excelencia.
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